Es importante realizar un mantenimiento adecuado de tu sistema de ventilación para garantizar el funcionamiento óptimo de tu equipo y prolongar la vida de tu aparato.
A continuación, recomendamos algunos consejos para el mantenimiento. Las tareas de mantenimiento deben realizarse con frecuencia para evitar problemas de salubridad, por un sistema en malas condiciones, generalmente se realizan al menos a cada 3 meses.
• Comprueba que los filtros estén limpios.
Si los filtros están sucios, la cantidad de aire en circulación se reduce, provocando con ello que el aparato no funcione bien. Para limpiar estos filtros, tan sólo tienes que abrir la tapa frontal, extraerlos de su compartimento y lavarlos con jabón y agua tibia. Cuando se hayan secado, podrás volver a colocarlos en el aparato.
• Mantén limpios los ventiladores exteriores.
El polvo y la suciedad tienden a acumularse en grandes cantidades en los ventiladores que están en la unidad exterior de tu aire acondicionado, lo cual dificulta la salida de aire caliente al exterior de la vivienda.
• Elije el tamaño de ventilador ideal. Debe tener un tamaño acorde al cuarto en el que se va a usar. Si es grande hará que el polvo vuele por todas partes, mientras que si es pequeño no dará aire suficiente. “En BigMat tienes expertos en ventilación dispuestos a ayudarte a elegir el ventilador ideal”. Una vez conseguido, asegúrate de instalarlo correctamente, para evitar el riesgo de que los tornillos queden flojos y el ventilador pueda caerse. En BigMat encontrarás el tamaño que más se adecue a tus necesidades. Nosotros te asesoramos.
• Usa el ventilador sólo cuando sea realmente necesario. Si nadie se encuentra en la estancia apaga el aparato, ya que mantenerlo encendido de forma continuada desgastará el motor, aumentando las posibilidades de avería.
• Inspecciona el ventilador cada año.
Con el aparato apagado, comprueba si las aspas están bien sujetas moviéndolas suavemente arriba y abajo. Si el ventilador incluye alguna bombilla, inspecciónala en busca de grietas o roturas. En el caso de que detectes una luz parpadeante o algún cortocircuito en el sistema eléctrico, llama a un electricista profesional.
• Limpia el aparato y sus alrededores con frecuencia.
Cada 1-2 meses es el tiempo aconsejable para limpiar un ventilador. Apaga el aparato por completo y, con un paño seco y limpio, limpia cada aspa por los dos lados. Después, con el mismo trapo limpia la base del ventilador y las bombillas.
• Pon a punto tu equipo. Después de unos meses fríos, te aconsejamos limpiar la unidad cada pocas semanas. Mantenlo alejado de la luz del sol y evita usar productos químicos abrasivos.
• Mantén limpio el depósito del agua. Lava el tanque del aparato con jabón suave y agua.
• Vigila el nivel de agua. Chequéalo a menudo y asegúrate de que se mantiene en un nivel óptimo, justo por debajo de la parte superior del tanque.
• Conserva las almohadillas de enfriamiento en buen estado. Lo aconsejable es que las cambies 2 veces: al comienzo del verano y a mitad del mismo.
• Úsalo sólo cuando lo necesites.
Si no vas a usar el climatizador durante un buen tiempo, drena el agua y limpia su interior asegurándote de que queda totalmente seco.
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